lunes, 15 de agosto de 2011

DIAS 15,16 Y 17 - MAMALLAPURAM




Voy con retraso escribiendo, así que en una entrada me voy a ventilar todo lo vivido en Mamallapuram que no ha sido poco. He visto grandes monumentos, me he bañado en el Indico, he visitado un orfanato en un pueblo perdido, he ido a una reserva de cocodrilos, he alquilado una moto toda una manana, he corrido 10 kilómetros descalzo por la playa, he conocido una chilena que vive en la India...

En el bus de Kanchi a Mamallapuram tuve la suerte que era la primera parada y me senté rápido, porque luego acabó petadísimo.

Al llegar, me ofrecen un Guest House, como sale en la Lonely y me va a llevar gratis, acepto verlo. Laksmi Guest House. Me gusta mucho, es muy parecido al de Hampi, habitaciones separadas que dan a un patio, muy tranquilo. Me lo quedo, además como voy a estar 2 noches, regateo un poco y me ahorro unas rupias.

Nada más salir del hotel, me encuentro a Francesco y Francesca. El año pasado a María y a mi, nos pasó lo mismo con un francés y su hijo, nos los encontrábamos siempre. Hablo con ellos, Francesco me cuenta que ya no van para Goa porque la previsión meteorológica es mala, y que seguramente irán a un sitio de montaña que se llama Kodaikanal que les han recomendado otros italianos. No lo conocía, pero me llama mucho la atención, me lo pensaré...

Antes de ver monumentos, me acerco a la playa, que la tengo muy próxima al hotel. Es curioso llegar al mar tantos días después desde casi la otra costa de India que es por donde empecé. A mi siempre me encanta ver el mar, y esta playa está muy bien, muy fotogénica. Curioso lo de las vacas entre las barcas.

Hago ya la visita cultural a Mamallapuram. Una vez más, encantado, vale mucho la pena esta ciudad. Es parecida a Hampi, pequeña con cosas repartidas y un par de templos espectaculares. Aquí incluso las atracciones están más cerca unas de otras, se puede visitar todo paseando. También se parece a Hampi en que al ser bastante turísticas hay diversidad de hoteles, restaurantes, tiendas y otros servicios.

Destacan el templo de la Orilla, patrimonio de la Humanidad, y los cinco rathas (cinco minitemplos esculpidos de 5 rocas). También está muy bien una colina que hay con un faro y diferentes templos y cuevas excavados.

Entre medias de las visitas, veo pasar en moto a Gisela y compañía, pero a mi no me ven, si han alquilado moto ya no me los encontraré para comer.

Por la tarde, dejo todo en el hotel, sólo cojo la toalla y la llave y me voy a bañar. Sensacional, el agua está mucho más caliente que en Barcelona. Aunque hay bastantes olas y no me meto muy para adentro. Una gran experiencia, bañarse en el Oceano Indico. Hay unos cuantos indios salidos observando a las turistas en bikini, son muy descarados.

Antes de irme a descansar, resuelvo mi siguiente paso en el viaje que no lo tenía claro. Quería ir a Tanjore pero los trenes están imposibles y los autobuses tampoco mucho mejor, al final cambio por Trichy, que es un sitio parecido, y me deja más posibilidades para el siguiente paso que aun no tengo claro.

Cuando ya llego al hotel me aparece un hombre que me ofrece ir mañana a visitar el orfanato que dirige. Está claro que querrá sacarme dinero, si no son aun peores sus intenciones. Me dice que le pregunte a un francés que ha ido hoy, le pregunto y me dice que a él le ha gustado la experiencia. Bueno, pues impulsivo le digo que sí, que mañana venga a buscarme con su moto e iremos al orfanato.

Al día siguiente, me levanto temprano y esta vez, aprovecho por fin para correr un poco. Me acerco a la playa, y descalzo, como hago a veces desde Gavamar a Port Ginesta, me pongo a correr. Genial la experiencia, muy buenas sensaciones, muy divertido ver continuamente como se iban escondiedo los cangrejos que me veían llegar. Algunos indios que ya andan por allí me saludan un poco sorprendidos. El entreno va de más a menos ,y acabo bastante cansado, es porque aunque es temprano ya hace mucho calor y porque se nota que he perdido algo de forma..

Me ducho, desayuno y a las 10:00 tengo esperándome con su moto al del orfanato. Pues para allá que vamos, me subo con él, y me lleva a unos 7 kilómetros, a un pueblecillo. El orfanato se llama "Hosanna children's homme", lo lleva el hombre con su mujer y al que vaya a Mamallapuram le recomiendo visitarlo. Al hacer tan pocos días que había visitado algo de la envergadura de la FVF el impacto fue mucho menor, pero es un proyecto muy bonito. Y no vi absolutamente nada raro. Ahora mismo tienen 19 niños, que si no estuvieran aquí, estarían mendigando (o algo peor) por las calles de Chennai. Y todo se veía sencillo, pero bien organizado. 4 niñas no fueron al colegio para recibirme a mi, y se las veía muy felices. Contestaron a alguna cosa que les pregunté y me cantaron canciones. El hombre me enseñó todas las habitaciones, los presupuestos, los menús, etc. También me llevó al colegio del pueblo donde estaban los otros niños. Lógicamente quería dinero, el francés me dijo que le dió para que comprara aceite, el hombre me enseñó una garrafa nueva que había comprado. Yo preferí hacerlo diferente y le dije que como me tenía que volver a Mamallapuram en moto, en vez de darle dinero ahora, fuéramos los dos a un supermercado y compráramos lo que hiciera más falta. Le pareció bien, y eso hicimos, le dije que tenía 400 rupias de presupuesto. Cogió jabón para la rompa, champú, pasta de dientes,... En la caja pagué yo y ya nos depedimos. No estuve ni 2 horas, lo dicho, vale la pena.

El resto del día lo dedico a visitar algún monumento que me faltó y a estar de relax, que ya me tocaba. Por la tarde, vuelvo a la playa a bañarme y allí conozco a Clara una chilena que trabaja en Bangalore y que ha venido el fin de semana aquí de vacaciones. Hablo un rato con ella y quedamos para cenar luego.

Cenando nos tiramos más de dos horas hablando. Me cuenta muchas cosas sobre lo que supone vivir y trabajar en la India, muy interesante. Como estoy monotemático le explico la FVF que ya conoce y de hecho quería ir. Recomiendo sitios de la India, ella me recomienda pelis indias. También sale en la conversación Isabel Allende, Neruda, Alexis Sánchez, Pellegrini, .... Muy agradable. Aluciné cuando vi que llevábamos tanto rato hablando.

Y el último día en Mamallapuram también me despierto con intención de ir a correr, pero me lo repienso porque hace demasiado calor.

Lo que hago después de desayunar es alquilarrme una moto. Mi intención primera era una bici. Pero llevo ya dos días por aquí y he visto que el tráfico es reducido y la reserva de cocodrilos a la que quiero ir pilla a 15 kilómetros... total, que aunque nunca en mi vida he conducido una moto, pienso que la India es el mejor sitio para debutar. Me explican como va. Fácil, lo único que veo es que hay que ir con cuidado si se frena con el freno derecho porque aceleras sin darte cuenta. Los primeros dos minutos voy un poco inseguro, pero en seguida me tranquilizo, es como llevar una bici. Voy prudente, no paso de 50 y lo disfruto mucho. Primero me toca ir a echarle gasolina, tienen mucho morro, cuando llegue a España alguien me explicara porque había que echar tambien aceite al depósito. Y ya me voy con mi motillo hacia la reserva de cocodrilos. Desde antes de venir, un día repasando la guía, vi que existía y me dio curiosidad. En realidad, no es más que un zoo especializado en cocodrilos, pero hacen un trabajo importante sobre el Gavial, uno con el morro estrecho que está en grave peligro de extinción. Pues sí, cocodrilos por todas partes, también había tortugas y serpientes, confirmo que lo que me crucé en Badami debía ser una pitón, aunque de las pequeñas.

Vuelvo con la moto, disfrutando del viento (y mariposas y libélulas) en la cara. Cruzo el pueblo, me encuentro con Clara y su amiga japonesa Mimi que venía hoy y quedamos para comer. Y me voy al pueblo siguiente que fue especialmente arrasado en el tsunami del 2004 y tiene un plan especial de reconstrucción, interesante de ver. Han hecho mucha faena. Luego todavía aprovecho la moto para ir a otro pueblo con un templo que se ve que está bien, pero me tengo que meter por una especie de autovía y me doy la vuelta a medio camino.

A las 14:30, dejo por fin la moto, le he metido unos cuantos kilómetros. Me han dado ganas de comprarme una en Barcelona, pero será que no.

Voy al restaurante que he quedado con Clara y la japo, pero no se me presentan. Yo ya les dije que a las15:30 ya tenía que irme para coger el bus, y ciertamente vi difícil que diera tiempo, porque ellas justo estaban llegando a las cinco rathas y pretendían ver todos los monumentos seguidos en menos de 2 horas. Así que al final como rápido y solo.

Antes de las 16:00, ya salgo rumbo a Chennai donde tengo que coger el bus largo a Trichy. Chennai es inmensa y supercaótica, tiene mas poblacion que toda Catalunya entera, me horroriza, cada vez soporto menos las megaciudades indias. Afortunadamente llego con tiempo porque me cuesta un buen rato encontrar la estación de autobuses privados, y el mío en cuestión.

Sobre las 21:00 arranca el autobus a Trichy. Me ha gustado mucho Mamallapuram. Al que tenga que coger un vuelo en Chennai le aconsejo que se organice para ir directo a Mamallapuram y se este un par de dias.

1 comentario:

  1. Vaya moto que tiene el niño!.Records del Jose Miguel i la Marisa i les besones de Aren.

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