sábado, 13 de agosto de 2011

DÍA 13: ANANTAPUR FVF (Día 4)

Por última vez me despierto en la FVF.

Todo el día tengo sensación de añoranza aunque todavía no me he ido.

Desayuno con el grupo de 10 (son de un viaje organizado) al que en general he ido acompañando. Son un grupo heterogeneo, en algunas cosas muy diferentes al espíritu de los viajeros por libre, pero son buena gente, se llevan muy bien y siempre desprenden buen rollo.

También están todavía Queta y Migel Angel que ya se marchan para Hampi, cómo no. Son los únicos que he conocido que han visitado Tamil Nadu, la zona por donde proseguiré mi viaje. Me recomiendan un par de sitios antes de despedirnos.

La visita de la mañana es a unos talleres de artesanía donde la FVF ocupa a discriminados entre los discriminados, por ejemplo, chicas disminuidas psíquicas. Básicamente producen para comercializar por la región, pero una parte también la exportan a las tiendas que la FVF tiene en España. O para ocasiones especiales, como las rosas que hacen cada año para Sant Jordi, me hizo mucha gracia estar directamente en el sitio donde se producen, alguna vez la he comprado en la Rambla de Barcelona.


Vemos a unos talleres de estampación, telas, reciclaje de papel, complemenntos, bisutería, ... Como siempre, todo muy agradable, muy buen ambiente por todos lados.

Tengo tiempo para conectarme a internet antes de comer. Saludo por el Facebook a un amigo de EGB con el que hace 20 años que no hablo directamentet porque me ha hecho ilusión que esté siguiendo mi viaje. Me explica que está ingresado en el hospital, luchando con una enfermedad grave, aunque con buen pronóstico. Joder, los shocks emocionales me vienen de todos los continentes! Cuando llegue a Viladecans iré a verlo seguro.

Comemos y acompaño al autocar al grupo de 10 que ya se van, para despedirlos. Tambén viene Georgina que casualmente no he citado en el blog pero también hemos compartido muchas conversaciones y experiencisa estos dias.

Cuando está a punto de arrancar el autocar aparece para despedirles expresamente Anna Ferrer. Al irse el bus, nos quedamos solos Georgina, Anna y yo. Aprovecho para hablar con ella por última vez (comentamos detalles de los talleres), me hago una foto con ella y me despido. Se acuerda de lo que hablé con ella hace 3 días, casi saca el nombre de María, al despedirme definitivamente le digo: "Hasta la próxima", ella me da las gracias por venir... encima!

Ya no queda nadie que conozca, para la tarde me apunto a un grupo grande que son otro viaje organizado porque van a ir a una escuela inclusiva con niños ciegos que me interesa especialmente visitar (hace días se lo dije a Sasi y ahora me ha encontrado el momento).

En el coche hacia la escuela, un instituto de secundaria en realidad, voy con un matrimonio de vascos de la edad de mis padres, que no paran de decir: "qué valiente! qué valiente!" cuando les explico que voy por la India por libre y solo (como muchos otros mochileros).

Luego, ya en el colegio deliberadamente, no hablo casi con la gente. Me apetece hacer esta última visita solo, como si fuera una descompresión. La sensación de nostalgia anticipada ya me domina...

El proyecto del instituto sensacional, me encantan las adaptaciones para los invidentes que hay por todo el recinto, todo el material que nos enseñan, tiene poco que envidiar a escuelas similares españolas.

De la visita, a los del grupo los llevan directos a una tienda montada. para la ocasión para que compren ropa de la fundación para los niños apadrinados. Duro un minuto allí, pero antes de salir, le pregunto a una chica si es Irene (estoy casi seguro porque antes he oido que le llamaba así su madre). Es élla, hablamos un buen rato. Es una amiga de una compañera de trabajo, que el día antes de venir a India me dijo que su amiga también pasaría por la FVF, pero la probabilidad de coincidir no era muy alta. No la conozco físicamente, aunque había hablado con ella por teléfono, porque es canguro de uno de mis niños más tremendos. Curioso que me la encuentre en el último momento, han llegado solo hace unas horas. Irene tiene 21 años y ha hecho el viaje organizado con sus padres. Me parece bien por la edad y como primer contacto con la India, pero viven en un mundo un poco irreal, ya se le veían ganas de venirse de mochilera por aquí conMónica (mi compañera). Por mi parte, ya les animaré desde Barcelona.

Recojo mis cosas. Ceno solo, también me gusta hacerlo así. Y a las 20:30 abandono muy emocionado la FVF. Sólo lamento no haberme podido despedir del personal de la oficina, cuando lo he intentado antes de cenar ya no había nadie. Tendré que hacerlo vía mail.

A las 22:30, con poco retraso, arranca mi tren hacia el próximo destino. Tengo por delante 15 horas repartidas en dos trenes. Tiempo para ir digeriendo todo lo vivido en Anantapur, seguramente los días más intensos de mi vida.

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